Imágenes Infrarrojas Satelitales: Una Mirada al Cielo Europeo
En las imágenes infrarrojas, las nubes más altas, al ser más frías, se representan con tonos más claros (blancos o grises claros), mientras que las nubes bajas, más cálidas, aparecen en tonos más oscuros (grises oscuros o negros). Esta diferencia de tonalidades facilita la identificación de los distintos tipos de nubes y su altitud.
Al analizar una secuencia de imágenes infrarrojas consecutivas, se puede observar el movimiento de las masas de aire y los sistemas frontales, información crucial para la predicción meteorológica.
Las imágenes infrarrojas son especialmente valiosas para la detección de tormentas convectivas. Las áreas con temperaturas de tope de nube extremadamente frías señalan la presencia de fuertes corrientes ascendentes, lo que incrementa la probabilidad de precipitaciones intensas, granizo e incluso actividad eléctrica.
La intensidad de la radiación infrarroja registrada por el satélite se convierte en una escala de temperaturas, permitiendo estimar la temperatura de las nubes y obtener información sobre su estructura vertical.
Las imágenes infrarrojas se combinan con otros datos meteorológicos, como imágenes visibles, datos de radar y modelos numéricos, para obtener una comprensión más completa de la situación atmosférica.
En conclusión, las imágenes infrarrojas de satélites geoestacionarios son una herramienta fundamental para la meteorología moderna, permitiendo un seguimiento continuo y detallado de los sistemas de nubes sobre Europa, lo que mejora la precisión de las predicciones y la vigilancia de fenómenos meteorológicos adversos. Estas imágenes están disponibles en diversas fuentes, como las páginas web de agencias meteorológicas y organizaciones espaciales.